Dios Jano
Querido Ismael, eres mi dios Jano. Te lo digo, aunque estoy convencido de que eres plenamente consciente, porque tampoco es que yo pueda ocultarte mi doble naturaleza, la que todos tenemos. Esa doble cara de lo conocido y lo desconocido, lo visible y lo oculto. Te cuento a veces cosas, solo por reconocértelas explícitamente, aunque ya sé, que, tú, las sabes. Te las reconozco, casi, a modo de confesión. Creo que estoy pensando en Jano, no porque esté esperando su mes y deseando que acabe esta vorágine de fin de año. Es más bien, por tener la esperanza de los cambios. Recuerda lo que decía mi abuelo, bienvenido todo cambio, siempre que sea para bien. Así, que eso, Ismael, que todo cambie, si es para bien. Entiendo que estáis vosotros también entrando en el tobogán este del fin de año de dos meses, copado por los petardos y fuegos artificiales. Y el consumo, si, esa necesidad de comprar y gastar que todos alimentan, machacando y haciendo buena la tesis que nos decían nuestros profes d...

